Técnicas de Conducción Eficiente para el Rendimiento y Consumo de los motores
La “conducción eficiente” es un modo de conducir el vehículo que tiene como objetivo lograr un mejor Rendimiento y Consumo de los motores a la vez que reducir la contaminación ambiental.
Respecto a los modos convencionales de conducción, esta forma de conducción se rige por una serie de reglas sencillas y eficaces, que tratan de aprovechar las posibilidades que ofrecen las tecnologías de los motores de los coches actuales.
La actitud del conductor y su estilo de conducción son también decisivos a la hora de reducir el consumo.
Principales ventajas de la conducción económica
Mejora del confort
Además de todos los sistemas de mejora del confort que incorporan los vehículos modernos, se puede hacer que el viaje sea aún más cómodo mediante la conducción eficiente.
Se trata de evitar acelerones y frenazos bruscos, con lo que los ruidos correspondientes procedentes del motor se pueden eliminar, mantener una velocidad media constante, realizar el cambio de marchas conveniente que mantenga funcionando el motor de forma regular, etc.
Ante todo, la conducción eficiente es un estilo de conducción impregnado de tranquilidad y que evita el estado de estrés producido por el tráfico al que están sometidos los conductores.
Aumento de la seguridad
El enorme progreso de las tecnologías ha permitido que los automóviles que hoy se conducen incluyan una serie de elementos que velan por la seguridad de los ocupantes.
Pero aún así, las cifras de accidentes de tráfico no se reduce lo suficiente.
La conducción eficiente afecta a la seguridad al tener como principales enseñanzas:
- Mantener una distancia de seguridad superior a la habitual, para tener mayor tiempo de reacción en caso de incidencias en el tráfico.
- Mantener una velocidad media constante, para reducir la velocidad punta que puede llegar a alcanzarse en un determinado recorrido.
- Conducir con anticipación y previsión manteniendo siempre un adecuado campo visual.
Estudios realizados en países europeos donde la conducción eficiente lleva tiempo implantada demuestran reducciones en las cifras y gravedad de los accidentes de tráfico.
Menor consumo
El conductor, con su comportamiento, tiene una gran influencia sobre el consumo de carburante en el vehículo dependiendo como utiliza del acelerador y selecciona la marcha más adecuada para cada para cada situación.
Deberá tener especial cuidado en:
- El arranque del vehículo
- La utilización del acelerador
- El uso de las marchas de forma adecuada
- La anticipación frente a situaciones imprevistas del tráfico
Se ha evaluado que con la conducción eficiente se puede ahorrar de 10 a 25% de combustible.
Menor coste
El efecto de reducción de consumo está asociado a un menor coste de combustible y a su vez a un menor coste en mantenimiento del vehículo.
Las pautas impuestas por la conducción eficiente provocan que todos los elementos del vehículo estén sometidos a un esfuerzo inferior al que soportarían en el caso de la conducción tradicional. Por ejemplo, la relación de marchas adecuada evita someter a la caja de cambios a esfuerzos innecesarios, y la anticipación y el uso del freno motor minimizan el desgaste del sistema de frenado.
Disminución de emisiones
La reducción en el consumo de carburante lleva asociado directamente la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.
La reducción en el consumo de carburante lleva asociado directamente la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.
La contaminación atmosférica produce enfermedades. Agentes contaminantes como óxidos de carbono y de nitrógeno, hidrocarburos y partículas, se asocian a enfermedades como las dificultades respiratorias, los problemas oculares, las enfermedades cardiovasculares y las jaquecas. También corroen materiales y atacan a todo tipo de vegetación.
Resumen de Beneficios de la conducción Eficiente
Técnicas Básicas de la Conducción de conducción eficiente
Las “Técnicas de conducción eficiente” son pautas y reglas de conducir que tiene como objeto reducir el consumo, la contaminación, mejorar el confort y disminución de riesgos en la carretera.
La carga del vehículo
El peso total de un vehículo incluyendo la carga que transporta, influye directamente en el consumo. La potencia requerida al motor aumenta con el peso del vehículo por su influencia en la resistencia a la rodadura.
Se estibará la carga de manera que se garantice su completa inmovilidad ante aceleraciones, frenazos y pasos por curvas, de manera que la seguridad del vehículo en su tránsito no se vea comprometida.
La manera de cargar el vehículo tiene una influencia importante en cuanto al ahorro de combustible se refiere. Se debe intentar distribuir la carga de manera que el peso sobre cada eje sea aproximadamente el mismo, y que el contorno exterior del camión sea lo más uniforme posible, de tal forma que se reduzcan al mínimo las pérdidas de potencia debidas a la resistencia aerodinámica.
Arranque del motor e inicio del movimiento del vehículo
Antes de arrancar el motor del vehículo, se colocará el discograma del tacógrafo, o se pasará la tarjeta del conductor, en el caso de que el tacógrafo sea digital. Para arrancar el motor del vehículo, se girará la llave y se encenderá el motor sin pisar el pedal acelerador.
La moderna electrónica del vehículo regula las condiciones de encendido y el caudal de carburante necesario para tal fin.
“El hecho de pisar en el momento del arranque del motor el pedal acelerador, repercute únicamente en un mayor consumo de carburante y en un desajuste de la electrónica que regula el encendido”.
No se deben, además, realizar aceleraciones en vacío. El pedal acelerador se utilizará con las marchas engranadas y con el vehículo en movimiento.
Para el inicio del movimiento del vehículo, se debe dar tiempo para que se lubrique adecuadamente el turbo y para que haya suficiente presión en los calderines.
Por tanto, se puede aprovechar esos minutos para colocar el discograma del tacógrafo o insertar la tarjeta de conductor y realizar las revisiones periódicas del estado de las ruedas luces y testigos del cuadro.
Una vez realizadas estas operaciones y se iniciará la marcha del vehículo sin más demora.
A este efecto, conviene recordar que se deben evitar en la medida de lo posible los períodos de funcionamiento del motor a ralentí, ya que generan un inútil consumo de carburante, cifrado en unos 1,5-2 litros/hora.
El motor funciona en frío, es decir, sin alcanzar su temperatura normal de funcionamiento, durante unos 4-5 minutos en circulación o durante unos 20-25 minutos a ralentí.
El motor en frío, se comporta peor, sufre más desgastes y consume más carburante, por lo que se debe evitar, siempre que sea posible, hacerlo funcionar a regímenes de giro demasiado altos, o con el acelerador a plena carga, mientras no se haya llegado a la temperatura óptima de funcionamiento.
La actuación correcta será iniciar la marcha lo antes posible, conduciendo de manera especialmente suave hasta que el motor estabilice su temperatura en la de funcionamiento normal. De esta manera, se consigue un calentamiento del motor más rápido y uniforme, y además se ahorra combustible.
Uso del pedal acelerador en el inicio de movimiento del vehículo
Para iniciar el movimiento de un vehículo con el motor ya caliente, a la salida de un semáforo después de llevar un rato circulando, o después de una detención en un puesto de pago de peaje, etc., se utilizarán cargas parciales de acelerador y regímenes de revoluciones relativamente bajos, dentro de la zona verde del cuentarrevoluciones, como se explicó anteriormente.
Si se requieren aceleraciones fuertes, como por ejemplo, en una incorporación a una vía más rápida, se usarán cargas mayores de acelerador y regímenes de revoluciones más elevados, intentando llegar lo antes posible a la velocidad de crucero, y a situar el motor en la parte inferior de la zona verde, o de consumo económico.
Se iniciará el movimiento del vehículo, con una relación de marchas acorde a cada situación y que no fuerce el funcionamiento del embrague de forma innecesaria.
Con fuertes pendientes ascendentes, se pondrá en movimiento el vehículo en 1ª corta o larga, según el vehículo y las condiciones de la vía. Una vez engranada la relación de marchas para el inicio del movimiento del vehículo y siguiendo los consejos expuestos, se levantará, siempre que sea posible, el pie del pedal del embrague completamente, antes de proceder a pisar el pedal acelerador.
Técnica de Conducción Eficiente en el Aprovechamiento de las inercias
Otro factor relevante en la realización de una conducción eficiente es el aprovechamiento de las inercias del vehículo. La puesta en movimiento de un vehículo industrial, debido a su gran peso da lugar a un elevado consumo, pero supone por otro lado una generación de energía que puede ser aprovechada.
Para tal fin, se evitará la realización de frenadas y acelerones innecesarios, ya que dan lugar a pérdidas de energía en la frenadas, e incrementos de consumo en las consiguientes aceleraciones realizadas para recuperar la velocidad de circulación.
velocidad media estable
Se recomienda mantener una velocidad media estable, eliminando en la medida de lo posible los picos y valles de velocidad que aumentan el consumo, pero no van a suponer el llegar antes al destino final.
Por otro lado, conviene hacer notar que el consumo del vehículo aumenta con la velocidad y que se podrán dar circunstancias durante el trayecto en las que se pueda moderar la misma. La siguiente tabla muestra un ejemplo del aumento del consumo de un vehículo de 40t, a distintas velocidades de circulación:
Técnica de Conducción Eficiente Frenadas y deceleraciones
En las deceleraciones, se recomienda mantener el motor girando sin pisar el acelerador y con la relación de marchas en la que se circula engranada. De esta manera y por encima de un número mínimo de revoluciones cercano al de ralentí, el consumo de carburante
del motor es nulo, es decir, no se consume carburante.
Además, en estas circunstancias se produce un efecto de retención del propio motor de gran utilidad para la realización de las deceleraciones.
Paradas prolongadas
Se debe parar el motor del vehículo ante detenciones cuya duración se prevea superior a un 1 minutos, salvo en vehículos que dependan del continuo funcionamiento de su motor para el correcto uso de sus servicios auxiliares. El Sistema Start/Stop en los vehículos modernos, apagan el motor de manera automática cuando el vehículo se encuentra en alto total y lo enciende de nuevo, también de forma automática, cuando el conductor reanuda la circulación.
Circulación en una determinada marcha
Como se ha mostrado en anteriores apartados, la circulación del vehículo en una determinada marcha se desarrollará en la parte baja o inicial de la zona verde del cuentarrevoluciones. Esta zona se corresponderá a su vez aproximadamente con el inicio del intervalo de revoluciones de par máximo.
En situación favorable de circulación, esta condición se alcanzará con carga o posición del pedal acelerador en torno a las 3/4 partes de su recorrido.
“La posición de plena carga por tanto, se empleará solamente en condiciones especiales de mayor exigencia al motor (saltos de marchas, incorporaciones a autovías, fuertes subidas, etc”.
Selección de la marcha más adecuada en condiciones favorables
Los cambios de marcha se llevarán a cabo en función de las condiciones de carga del vehículo, de la circulación, de la pendiente de la vía y del propio motor del vehículo.
La consigna a seguir para los cambios de marcha, es la de realizarlos de tal forma que tras la realización del cambio, las revoluciones que indica el cuentarrevoluciones sean las correspondientes al inicio de la zona verde.
Selección de la marcha más adecuada en desniveles
En las pendientes ascendentes, se actuará de la siguiente forma:
Si se estima que el vehículo puede continuar transitando a la misma velocidad, únicamente pisando más el acelerador.
No se cambiará de marcha y se aumentará la carga sobre el acelerador.
- Si las revoluciones no bajan, o bajan muy despacio y puede mantener la velocidad: sin salir de la zona verde del cuentarrevoluciones, se mantendrá la situación hasta que termine la pendiente, momento en el que se reducirá la carga ligeramente, hasta recuperar la velocidad
anterior. - Si la caída de revoluciones es acusada no puede mantener la velocidad de manera que sale de la zona verde: se reducirá media marcha, o incluso una entera , repitiendo las reducciones de marcha hasta que se llegue a un régimen de velocidad
constante, en la parte alta de la zona verde del cuentarrevoluciones.
Si la velocidad fuese demasiado reducida, podría usarse el motor en la zona de potencia máxima, para mantener una velocidad adecuada a la vía, pero conllevando un alto consumo de carburante.
Cuando el vehículo culmina una subida en la que se ha tenido que reducir de marchas, e inicia posteriormente una pendiente descendente, se aprovechará la bajada para volver de nuevo a la velocidad de crucero, dejando que el vehículo se acelere ayudado por la pendiente.
Los cambios de marchas se realizarán de manera que la aguja del cuentarrevoluciones se sitúe en la parte inferior de la zona verde del cuentarrevoluciones.
En las descensos pronunciados, se actuará de la siguiente forma:
Se utilizará el freno motor lo más posible, aumentando el régimen de giro del mismo a base de las reducciones de marchas oportunas para que el vehículo no se acelere.
A mayor régimen de giro del motor y menor relación de cambio, se obtendrá una mayor retención del mismo. En estas ocasiones, no hay problema en subir de vueltas el motor, aunque sin llegar a entrar en la zona roja (cuyo inicio se encuentra en torno a las 2.400 r/min), para no ocasionar daños en el mismo.
Consumos en aceleraciones
Aparte de la relación directa de la velocidad con el consumo de combustible, existen otros factores que van ligados a esta mencionada relación y que afectan al consumo, como la aceleración.
Al acelerar más, el motor debe trabajar más y por lo tanto consume más combustible.
Acelerar de manera brusca para para aumentar la velocidad y subir de marcha son solo algunos de los aspectos que influyen en el consumo del motor. Por ello es importante que prestes atención a cómo realizar de manera correcta ambas acciones para así reducir el consumo y a la vez, conducir con total seguridad.
Por lo tanto la forma correcta de acelerar es hacerlo de forma progresiva para optimizar la combustión del carburante, subiendo al régimen de revoluciones necesario para realizar el cambio de marchas de una forma más eficaz.
Es importante aprovechar en bajadas la propia inercia del vehículo para que este se desplace, así como utilizar la marcha más larga. Con ello lograremos un menor consumo.
Adelantamientos y situaciones especiales
Ante un adelantamiento o situaciones especiales que exijan extraer del motor sus máximas prestaciones posibles, nos olvidaremos del ahorro de combustible dado que la seguridad prevalece sobre la economía.
Se debe prescindir si es necesario de los consejos de este curso para ahorrar combustible, dado que la seguridad prevalece sobre la economía.
Ante un adelantamiento, se debe minimizar el tiempo invertido en la maniobra, extrayendo del motor del vehículo sus máximas prestaciones posibles. Para lograr este objetivo se manejará la caja de cambios de manera que siempre se sitúe al motor alrededor de la zona de régimen de potencia máxima del motor, es decir, se cambiará a una marcha superior un poco
por encima del régimen de potencia máxima, o se descenderá a una marcha inferior cuando se esté un poco por debajo del citado régimen.
Se procurará asimismo, calcular el adelantamiento con suficiente antelación, de manera que al cambiar de carril, la velocidad sea ya relativamente mayor que la del vehículo adelantado y teniendo en cuenta la limitación impuesta por el limitador de velocidad del vehículo. Para ello, es fundamental guardar una holgada distancia con el vehículo precedente, y comenzar a acelerar antes de cambiar de carril, aprovechando el espacio guardado. Esta distancia guardada con el vehículo precedente permite además, si se falla en la apreciación, utilizar la misma para desistir de la maniobra.
Incorporación de forma adecuada a carreteras
Para la incorporación de forma adecuada a carreteras y autovías, es necesario que en el tramo de incorporación se alcance de forma aproximada la velocidad que el tráfico tiene o debe tener en la vía a la que se realiza la incorporación.
La incorporación puede, en algunos casos, realizarse a una velocidad relativamente alta, si con ello se incrementa la seguridad en la operación.
Para lograr una buena aceleración en el carril de incorporación, puede ser necesario cambiar de marchas a un número relativamente alto de revoluciones dentro del intervalo asignado al cambio de marchas. Sin embargo, cuando el conductor circula con previsión, anticipación, y una conveniente distancia de seguridad, las aceleraciones pueden realizarse en la mayoría de los casos sin sobrepasar las 2.500 revoluciones, si la situación se complica nos olvidaremos del ahorro de combustible dado que la seguridad prevalece sobre la economía.
Semáforos y detenciones previsibles
En las deceleraciones previas a una detención, se evitarán los frenazos si se conduce con previsión y anticipación. Cuanto más suaves sean, menos energía se estará desperdiciando, y por tanto, más combustible se ahorrará.
Ante una detención en un semáforo, se utilizará nuevamente la técnica del rodaje por inercia con la marcha engranada, desembragando el motor de la caja de cambios en el último momento.
Si desapareciese la causa de la detención, por ejemplo al cambiar el semáforo a verde, se seleccionará la marcha adecuada a la velocidad de ese instante y se comenzará a acelerar de nuevo.
Se utilizarán también, en la medida de lo posible el freno motor o los retardadores y, en caso de ser necesario, el freno de servicio. Con el aprovechamiento de las inercias, se intentará evitar las detenciones previsibles en la medida de lo posible, ya que dan lugar posteriormente al empleo de marchas cortas para las arrancadas posteriores, en las cuales se producen elevados consumos de carburante.
El inicio del movimiento del vehículo en cada una de las detenciones realizadas, llega a suponer un consumo adicional de hasta 1 litro de carburante en vehículos de gran tonelaje.
Curvas y giros
Para el correcto trazado de una curva, se ha de tener en cuenta con la suficiente previsión su curvatura, anchura del carril, tipo de firme, peraltes y demás características del entorno. El conductor, analizando estas características, decidirá a qué velocidad entrará en la
misma, evitando aceleraciones o frenazos repentinos por falta de previsión y anticipación de su trazado.
- Se evitará la práctica común de frenar inmediatamente antes de la toma de una curva, para a continuación reducir de marchas y acelerar durante su trazado. Con este hábito, además de perderse la inercia de circulación del vehículo, se aumentará el estrés del conductor y la peligrosidad en la circulación.
- Se debe preparar la curva mucho antes de iniciarla, utilizando el rodaje por inercia con la marcha engranada y de manera que las frenadas previas a la misma sean,
siempre que sea posible, reducciones de marchas en vez de utilizaciones del freno de servicio.
Siempre que sea posible, se entrará a una curva con una velocidad adecuada a su trazado y sin usar el freno de servicio, sino solamente con la retención del motor. - Durante su trazado, se mantendrá una velocidad uniforme con el pie en posición estable sobre el pedal acelerador, para luego volver a acelerar de forma progresiva a la salida de la misma.
Técnica de Conducción Eficiente en las glorietas
Se adecuará la velocidad del vehículo al trazado y al tráfico que presenten las mismas, utilizando nuevamente el rodaje por inercia con la marcha engranada, evitando, siempre que sea posible, la detención del vehículo a la entrada de la rotonda.
En la aproximación a la entrada de la glorieta, es necesario también prever las trayectorias que se encuentran realizando los vehículos en la misma y que pudieran interferir con la de nuestro vehículo (por ejemplo, para buscar un hueco de entrada en la glorieta, si los
coches entran con fuerza y rectos en su trayectoria, es porque seguramente van a salir de la misma sin completarla).
La incorrecta previsión de estas circunstancias, representará seguramente una nueva detención con el consiguiente gasto de carburante que genera la posterior arrancada, además del riesgo que comporta la realización de una maniobra brusca en un vehículo industrial para la seguridad de los vehículos.
Técnica de Conducción Eficiente Urbana. Tráfico congestionado
Cuando las circunstancias obliguen a circular con camiones o autobuses en zonas urbanas o de fuerte congestión de tráfico, con continuos arranques y sucesivas detenciones.
Se tendrán presentes las siguientes recomendaciones:
- Utilizar las marchas cortas muy poco tiempo, cambiando rápidamente a marchas medias o largas, saltándose incluso alguna marcha intermedia.
- Mantener el vehículo moviéndose por inercia en cuanto se detecte que va ser necesaria una
detención o reducción de velocidad inminente. - Conducir con bastante anticipación para prever los huecos y movimientos del tráfico.
- Utilizar el rodaje por inercia en la marcha más larga que permita el tráfico vial y, en caso de ser necesario, frenar suavemente evitando continuas reducciones de marcha y detenciones.
- Prever y anticipar en la realización de las aceleraciones y de las frenadas, buscando un mayor
aprovechamiento de las inercias y una mayor regularidad de la velocidad.
Técnica de Conducción Eficiente de autobuses
La conducción eficiente de autobuses no difiere demasiado de la de los vehículos industriales destinados a transporte de mercancías. En líneas generales, las técnicas de conducción para los camiones son también aplicables a los autobuses, pero con ciertas particularidades
que se detallan a continuación:
- Los autobuses de larga distancia modernos tienen relaciones potencia / peso normalmente superiores a las de los camiones, lo que les confiere un comportamiento en la conducción diferente, con mayores capacidades de aceleración y velocidad.
- Teniendo en cuenta que la carga transportada en este caso son pasajeros, la suavidad en las actuaciones del conductor, la sensación de seguridad y la regularidad de velocidad, tienen mayor importancia que en los camiones, por lo que la conducción eficiente se convierte en los autobuses, además, en una conducción más confortable para los pasajeros.
- Los autobuses urbanos están obligados a realizar continuos arranques y detenciones, circulando muy poco tiempo a una velocidad uniforme:
- Una aplicación correcta hace que la conducción pueda mejorar en eficiencia y confort para los pasajeros.
- No acelerar más de lo necesario para llegar a la siguiente parada y levantar el pie del pedal acelerador en cuanto prevea que ya no es necesario aumentar más la velocidad
- Anticiparse a las actuaciones de otros vehículos y mantener una velocidad uniforme cuando las circunstancias lo permitan, puede reducir el consumo hasta porcentajes del orden de un 10 %.