La importancia del Conductor
Estado físico y psicológico del conductor
Debes estar en buenas condiciones físicas y psicológicas para conducir.
Hay muchos factores físicos y psicológicos que afectan a tu seguridad y a la de otras personas cuando conduces un vehículo.
Por ejemplo, tu capacidad para ver bien, tu estado de ánimo y el tiempo que tardas en reaccionar ante imprevistos que ocurren en la carretera. Además, debes tener la formación suficiente para manejar el vehículo
y comprender todas las normas de circulación.
La vista
A través de los ojos recibimos la mayoría de la información para conducir bien.
Alguna de esta información es:
estado de la carretera, señales de tráfico, distancia con los objetos y velocidad del resto de vehículos.
Para conducir bien es necesario ver las cosas que tienes delante, a los lados y detrás.
Pero algunos factores hacen que veas menos:
■ Beber alcohol.
■ Tomar drogas.
■ Estar cansado.
■ Conducir muy deprisa.
El estado de ánimo
Los cambios en el estado de ánimo pueden hacer que pierdas la concentración
y provocar un accidente de tráfico.
Por ejemplo, tener una discusión fuerte mientras conduces o recibir una noticia muy triste
antes de conducir pueden cambiar tu estado de ánimo.
El tiempo de reacción
Es el tiempo que pasa entre oír o ver algo y reaccionar.
Por ejemplo, el tiempo que pasa entre que ves un semáforo en rojo y paras el coche.
En condiciones normales, el tiempo de reacción de una persona que está conduciendo es entre medio segundo y un segundo.
Factores que hacen que una persona tarde más tiempo en reaccionar:
■ Estar cansado (fatiga).
■ Tener sueño.
■ Tener muchos años.
■ Oír o ver mal.
■ Las enfermedades.
■ Algunos medicamentos.
■ El alcohol y las drogas.
■ Comer mucho antes de conducir.
■ Mucho calor en el coche.
■ Estado de ánimo alterado.
■ Poner poca atención a la conducción.
Factores que influyen en el estado del conductor
La fatiga puede ser física o psicológica
- La fatiga física produce sensación de cansancio.
- La psicológica hace que te cueste más concentrarte.
¿Qué puede causar fatiga?
Cómo está la carretera:
■ Carretera con mucho tráfico.
■ El suelo de la carretera está en mal estado.
■ No conoces la carretera.
■ Dificultades con el clima: lluvia, niebla, nieve o demasiado calor.
Cómo está el vehículo:
■ Mucho calor dentro del vehículo. La temperatura adecuada es 23 grados más o menos.
■ Conduces de noche con poca iluminación.
■ Conduces en un vehículo en mal estado o que hace demasiado ruido.
■ Estás incómodo en el asiento.
Cómo está el conductor:
■ Conduces muchas horas sin descansar o haces descansos muy cortos.
■ Conduces rápido durante mucho tiempo.
■ Conduces con sueño, después de beber alcohol o te encuentras mal de salud.
■ Haces recorridos largos y de noche cuando no tienes costumbre de hacerlos.
■ Tienes el permiso de conducir hace poco tiempo.
■ Conduces con el cuerpo en mala postura.
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga?
Hay algunas señales que te avisan de que estás sufriendo fatiga y debes dejar de conducir.
Estas señales son:
■ Dificultad para concentrarte en la carretera.
■ Te pesan los ojos y empiezas a ver mal.
■ Oyes mal.
■ Sensación de tener los brazos dormidos.
■ Sensación de presión en la cabeza.
■ Te mueves mucho en el asiento y cambias de postura.
■ Haces movimientos más lentos.
■ Sensación de estar más nervioso e irritable.
■ Dificultad para tomar decisiones sobre la conducción.
■ Tardas más tiempo en reaccionar.
Somnolencia
Estado en el que se tiene sensación de cansancio, pesadez en el cuerpo y sueño.
Muchos de los accidentes de tráfico están relacionados con conducir con sueño.
No es necesario quedarse totalmente dormido para tener un accidente por este motivo.
Los síntomas de la somnolencia aparecen antes de dormirse del todo.
¿Qué puede causar somnolencia?
■ Dormir menos horas de las habituales.
■ Cambiar las horas a las que sueles dormir.
■ Dormir mal, aunque duermas muchas horas.
■ Conducir por carreteras con poco tráfico.
■ Tomar alcohol o medicamentos antes de conducir.
■ Tener enfermedades relacionadas con el sueño.
■ Conducir de madrugada o al mediodía, después de comer.
¿Cuáles son los síntomas de la somnolencia?
Hay algunas señales que te avisan de que estás sufriendo somnolencia y debes dejar de conducir.
Estas señales son:
■ Dificultad para mantener la cabeza recta, o tener los ojos abiertos.
■ Ver borroso.
■ Bostezar muchas veces.
■ Perder la concentración o tener pensamientos sin sentido.
■ Distraerte con cualquier cosa.
■ Estar inquieto o irritable.
■ Dificultad para recordar los últimos kilómetros que has recorrido.
■ Salirte de tu carril.
■ No fijarte en las señales de tráfico o en el lugar en el que debes salir de la carretera.
■ Conducir muy cerca del vehículo que está delante del tuyo.
Efectos de la somnolencia:
■ Tardar más tiempo de lo normal en reaccionar.
■ Dificultad para tomar decisiones
sobre la conducción.
■ Sentir que te cuesta hacer movimientos
con el cuerpo o los haces más lentos.
■ Dormirte durante unos segundos sin darte cuenta.
¿Cómo puedes evitar la fatiga y la somnolencia?
■ Para el vehículo en un lugar seguro cuando sientas los primeros síntomas y duerme 20 o 30 minutos.
■ Descansa 20 o 30 minutos cada dos horas o cada 200 kilómetros, aunque no sientas fatiga ni somnolencia.
■ Si tienes un detector de fatiga obedece a lo que te diga.
Detector de fatiga un sistema que funciona a través de sensores y reconoce si la persona está muy cansada o a punto de dormirse. En esos casos te avisa mediante una luz, sonido o vibración en el volante para que pares el vehículo y no sufras un accidente.
Alcohol
Es muy peligroso beber alcohol cuando vas a conducir, aunque bebas poca cantidad.
El alcohol se extiende por todo tu cuerpo a través de la sangre y afecta, sobre todo,
al cerebro y a la vista. El alcohol es la causa de muchos accidentes de tráfico.
Tasa de alcoholemia
La alcoholemia es la cantidad total de alcohol que hay en la sangre después de beber.
La tasa de alcoholemia es la cantidad de alcohol que hay en cada litro de sangre.
Se puede calcular de dos formas:
■ Gramos de alcohol que hay en cada litro de sangre.
■ Miligramos de alcohol que hay en cada litro de aire que expulsamos de los pulmones al respirar.
La tasa de alcoholemia permitida depende del tipo de vehículo y del permiso de conducir.
1. Para personas “Noveles” que han conseguido el permiso de conducir hace menos de dos años.
Y para conductores profesionales que manejan los vehículos que transportan:
■ Mercancías con un peso mayor de 3.500 kilos.
■ Más de nueve personas.
■ Menores.
■ Personas en servicios de urgencias.
■ Cargas peligrosas.
La tasa de alcohol permitida es:
■ 0,15 miligramos de alcohol por cada litro de aire.
■ 0,3 gramos de alcohol por cada litro de sangre.
2. Para cualquier otro vehículo y conductor no profesional o que no sea novel:
la tasa de alcohol permitida es:
■ 0,25 miligramos de alcohol por cada litro de aire.
■ 0,5 gramos de alcohol por cada litro de sangre.
De todas formas, la única tasa de alcoholemia segura para conducir es 0,0, o sea, no beber alcohol.
¿Qué factores influyen en la tasa de alcoholemia?
El alcohol no afecta a todas las personas de la misma forma.
Los factores que influyen en la tasa de alcoholemia son:
Efectos del alcohol mientras conduces
En el comportamiento
■ Falsa seguridad en ti mismo.
■ Te expones a más riesgos.
■ Cometes más faltas que provocan accidentes.
■ Puedes tratar de forma más agresiva o impulsiva a otros conductores.
En la forma de ver el entorno
■ Ves peor las señales de tráfico y los semáforos.
■ Calculas peor la distancia a la que están otros vehículos.
■ Menos capacidad de ver lo que pasa a un lado y a otro.
■ Te deslumbras más con las luces de los vehículos.
■ Posibilidad de sufrir distracciones con elementos del entorno.
En los movimientos
■ Dificultad para coordinar los movimientos de tu cuerpo.
En la toma de decisiones
■ Necesitas más tiempo para reaccionar.
■ Más probabilidad de tomar malas decisiones o de no saber cómo llevarlas a cabo.
Otras drogas
Consumir drogas antes de conducir es muy peligroso.
Una de cada 10 personas que mueren en un accidente de tráfico había consumido drogas antes de conducir.
Está prohibido conducir cualquier tipo de vehículo cuando una persona ha consumido drogas y siguen en su organismo.
Solo se puede conducir después de consumir sustancias que ha recetado el médico y que no afectan a la conducción.
¿Cómo perjudican las drogas en la conducción?
Todas las drogas son peligrosas y está prohibido conducir cuando se han consumido. Cada una de ellas produce unos efectos distintos, que son la causa del peligro.
Efectos del Cannabis en la Conducción
Ver el entorno de otra manera. Por ejemplo, los colores se ven distintos. Calcular peor las distancias Perder la concentración. Necesitar más tiempo para reaccionar. Dormirse conduciendo.
Efectos de la Cocaína en la Conducción
Volverse más impulsivo o agresivo. Perder la sensación de peligro. Conducir de forma más peligrosa. Ver el entorno de otra manera. Perder la concentración.
Efectos del Éxtasis en la Conducción
Sufrir alucinaciones. Tener más sensibilidad a la luz o ver borroso. Perder la concentración. Sufrir depresión o ansiedad. Sentir fatiga cuando pasan los efectos de la droga.
Efectos del LSD en la Conducción
Sufrir alucinaciones. Reaccionar de forma agresiva. Tener ansiedad e incluso pánico.
Efectos de las Anfetaminas en la Conducción
Perder la paciencia. Tener comportamientos impulsivos y violentos. Tener poca sensación de peligro. Sufrir retraso de la fatiga y el sueño. Esto puede provocar que la persona se sienta de repente muy cansada y se duerma sin querer cuando pase el efecto de la droga.
Pruebas para detectar alcohol y drogas
Conducir después de beber o tomar drogas está prohibido y castigado por la ley.
La persona que lo hace tendrá que pagar una multa e incluso puede ir a la cárcel.
Para saber si una persona que conduce ha tomado alcohol o drogas se le hace una prueba.
¿En qué consiste la prueba?
Para detectar si una persona ha bebido alcohol el Agente de tráfico le pide que sople en un dispositivo (etilómetro) que capta la cantidad de alcohol que tiene en la sangre.
Si la prueba da positivo o la persona muestra signos de haber bebido se le repite la prueba para confirmarlo.
Para detectar si una persona ha tomado drogas se le coge una muestra de saliva y se introduce la muestra en un dispositivo.
Si la persona no está de acuerdo con los resultados puede pedir que le hagan un análisis de sangre.
Resultado de las pruebas
Si las pruebas de alcohol o drogas dan positivo la persona que conduce habrá cometido una falta muy grave.
Las consecuencias son:
■ Pagar una multa.
■ Perder de entre 4 y 6 puntos del permiso de conducir.
■ Posibilidad de perder el permiso de conducir durante un tiempo.
■ Posibilidad de ir a la cárcel si ha puesto en peligro la vida de otras personas.
El policía de tráfico puede prohibir a la persona que siga conduciendo.
Dejará el coche inmovilizado hasta que se le pasen los efectos del alcohol o las drogas.
¿Quién se debe hacer las pruebas de detección de alcohol y drogas?
Las personas que conducen un vehículo y:
■ Sufren un accidente de tráfico.
■ Muestran síntomas de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
■ Son denunciados por saltarse alguna norma de circulación o cometer alguna otra falta.
■ Pasan por un control para prevenir el consumo de alcohol y drogas.
■ También deberán hacerse la prueba los peatones que puedan provocar un accidente de tráfico con su comportamiento.
La ley impone multas y sanciones a las personas que se niegan a hacerse estas pruebas cuando se lo piden los agentes de seguridad.
Enfermedades y medicamentos
Algunas enfermedades y medicamentos hacen que la persona pierda capacidades
para conducir con seguridad.
Cuando tienes una enfermedad o tomas medicación siempre debes preguntar a los médicos si puedes conducir.
También es importante ir al Centro Médico de Reconocimiento de Conductores. Allí te dirán si es seguro conducir con la medicación que estás tomando.
Si tienes una enfermedad crónica puedes seguir estos consejos para no sufrir accidentes mientras conduces:
■ Conocer bien la enfermedad.
■ Conocer los efectos de los medicamentos que tomas.
■ Saber cómo actuar en caso de crisis.
■ Evitar conducir cuando te encuentras mal.
■ No abandonar el tratamiento hasta que lo autorice el médico.
■ No beber alcohol mientras tomas la medicación.
¿Qué enfermedades pueden afectar para conducir?
Alergia respiratoria
Consejos
Conducir con las ventanillas cerradas. Poner suave el aire acondicionado. Mantener limpio el vehículo y los conductos de ventilación. No mezclar alcohol con medicamentos. No hacer viajes largos conduciendo. Usar gafas de sol. El sol, muchas veces, te hace estornudar. No conducir al amanecer ni por zonas húmedas. No tomar medicación sin receta del médico.
Estrés
Consejos
No conducir en las fases de más estrés. No conducir si tomas medicación contra el estrés. Buscar ayuda para reducir el estrés.
Depresión
Consejos
No tomar drogas o alcohol para mejorar el estado de depresión. Tomar solo la medicación que te ha recetado el médico. Ponerte en manos de especialistas y seguir el tratamiento. No conducir en los períodos de más depresión.
¿Qué medicamentos pueden ser peligrosos para conducir?
Alimentación
La alimentación es un elemento muy importante a la hora de ponerte al volante. La fatiga, la somnolencia, la reducción de la capacidad de concentración o la falta de reflejos muchas veces están directamente relacionados con una alimentación inadecuada para la conducción.
Conducir con el estómago vacío es igual de perjudicial que hacerlo con el estómago demasiado lleno. En el primer caso, la falta de alimento provocará que la atención y la seguridad al volante disminuyan, en el segundo caso, con el estómago trabajando a pleno rendimiento para hacer la digestión, podrán aparecen síntomas peligrosos para la conducción como el sueño, la falta de concentración y el cansancio.
Aprovecha tus paradas en áreas de servicio para optar por una alimentación saludable, de calidad y con productos frescos.
Recuerda que es importante no comer mientras conduces, ya que podrías distraerte con facilidad.
Hábitos Saludables & Consejos de Salud
Comer en la carretera
Durante el viaje disminuye la capacidad de atención, por lo que se debe parar cada 200 kilómetros o cada 2 horas, bajando del coche a estirar las piernas y comer algo de fruta, galletas, chocolate, etc, además de reponer líquidos. Cuando se viaja no podemos comer lo que habituamos en casa y debemos hacerlo en servicios de restauración que encontramos en carretera (bares, self services, restaurantes…).
Consejos a la hora de comer y beber en viaje
Ten en cuenta que es mejor realizar comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día, que espaciadas y abundantes. Esto le ayudará a mantener la atención y a reaccionar con rapidez. Las comidas copiosas y sobre todo el alcohol son dos de los peores enemigos a la hora de realizar un viaje en coche, por lo que a continuación se proponen una serie de recomendaciones para comer adecuadamente a la hora de viajar.
Ten en cuenta que la conducción es una actividad ligera por lo que no es necesario un aporte de energía suplementario a la hora de ponerse al volante.
- Toma una comida ligera, o no comas antes y durante los viajes cortos.
- Es importante no reprimir la sensación de hambre, es peligroso hacerlo porque el conductor se siente cansado, se pone nervioso, la atención y la velocidad de reacción disminuyen y el peligro de accidente aumenta de manera considerable.
- Evita la ingesta de medicamentos con efectos directos sobre la visión o la coordinación.
Come y bebe despacio, masticando y ensalivando bien los alimentos y asegurándote de que los trozos que introduces en la boca sean pequeños (del tamaño de un dado como máximo); cómodamente sentado y relajado, procurando no hablar nunca de cuestiones que le estresen antes de proseguir el viaje.
ANTES DE INICIAR EL VIAJE
Cuando se viaja es obvio que no podemos comer lo que habituamos en casa y debemos hacerlo en servicios de restauración que encontramos en carretera (bares, self services, restaurantes…).
En estos casos, conviene tener unos conocimientos básicos de alimentación, para poder escoger el menú más apropiado y saludable en cada caso.
¿Tiene importancia lo que hemos comido antes de iniciar el viaje?
La alimentación del conductor debe ser variada, de modo que contenga todos los nutrientes necesarios para el organismo.
- Come en la medida justa. Recuerda que comer de más es tan perjudicial como comer de menos. Se debe aportar la energía precisa, como hemos indicado: ni más ni menos que la que requeriremos para la conducción.
- Es importante mantener una dieta ligera con hidratos de carbono, proteínas y minerales suficientes. Debe estar exenta de grasas.
- En general, prefiera alimentos jugosos que apenas precisan grasa ni cocción prolongada.
- Come variado, una dieta ligera basada en hidratos de carbono y proteínas te será de ayuda a la hora de ponerte al volante.
- Evita las grasas, condimentos picantes, la comida demasiado caliente o legumbres.
- No bebas alcohol si vas a conducir. El alcohol aumenta la somnolencia y favorece la deshidratación.
- Come y bebe despacio.
- Planifica tus descansos para comer. Recuerda que es recomendable parar cada dos horas, aprovecha y come algo ligero antes de continuar la marcha.
- Planifica tu ruta antes de salir. Tener identificados los lugares en los que puedes parar a comer y descansar te será de utilidad.
Vigila la hidratación
- Abstente de beber alcohol, aumenta la somnolencia, favorece la deshidratación y es un factor de riesgo muy importante en la conducción.
- Lleva siempre agua a bordo. Bebe aunque no tengas sed, la deshidratación produce fatiga y cansancio, lo que afecta a la capacidad de concentración.
- Bebe aunque no tenga sed: La deshidratación produce fatiga muscular.
- En viajes largos, bebe con frecuencia pequeñas cantidades para mantener estable su ingestión de líquidos.
- Consume al menos los vasos de líquido recomendados al día (2 litros al día).
- Toma bastante agua, batidos, refrescos no gasificados o zumos de frutas y verduras frescas. Esto ayudará a mantenerse hidratado, a refrescarse además de seguir una dieta saludable.
CONSECUENCIAS DE UNA ALIMENTACIÓN INADECUADA
- Favorece la somnolencia
- Produce fatiga y disminución de los reflejos.
- Ocasiona molestias digestivas: ardores, pesadez, flatulencia, náuseas y posibles vómitos.
- Induce la aparición de otros síntomas como mareos, sudoración o dolor de cabeza entre otros.
LO QUE DEBEMOS EVITAR
• Tenga mucho cuidado con los alimentos que se venden en puestos callejeros y rechace cualquier producto que no le ofrezca suficiente garantía.
• Evite las salsas abundantes y las comidas copiosas que dificultarán su digestión, favorecerán el mareo y provocarán somnolencia.
• Los alimentos muy salados, muy condimentados y ricos en grasas animales. Debemos recordar que el abuso de los condimentos como especias o picantes irritan el estómago y aumentan la acidez.
• Evite tomar leche caliente: favorece la somnolencia.
• En general cualquier líquido excesivamente caliente (caldo, sopa, etc) además de la somnolencia también favorece la acidez de estómago.
• Evite los alimentos que producen flatulencia cuando esté de viaje: Los alimentos que inducen flatulencia hacen que el diafragma se desplace hacia arriba, comprimiendo la región mediastínica y
originan molestias importantes. Hay alimentos que la tradición indica que son flatulentos, es decir, provocan inevitablemente la formación de gases. Es el caso de los cereales (salvo el arroz), de las legumbres (especialmente los garbanzos, las alubias y las lentejas), de ciertas verduras (sobre todo brócoli, cebolla cruda, col, col rizada, coliflor, colinabo, coles de Bruselas, espárragos, ajo crudo, patatas, pepinos y rábanos).
• Las comidas fugaces o por contrario muy copiosas, pueden producir bajadas de azúcar en sangre (hipoglucemias) o somnolencia y molestias digestivas respectivamente, perjudicando el rendimiento tanto físico como intelectual.
• Además, las comidas de difícil digestión y que no favorecen el vaciamiento gástrico hacen que el aporte de sangre se concentre más en los órganos digestivos, en detrimento del cerebro.
• Evite las bebidas gaseosas.
• No abuse de las bebidas estimulantes como el café, té o cola.
• El café es uno de los principales estimulantes que consumimos para comenzar el viaje despejados, combatir el sopor tras el almuerzo y ayudar rápidamente a restablecer la lucidez y la atención al volante.
Los expertos fijan el consumo moderado de café de 300 miligramos al día, lo que equivale a tres tazas de café. Por tanto no deberíamos tomar más de 2 tazas durante el trayecto, pese a lo que podamos
pensar, que no conseguiremos aumentar nuestra atención al volante.
¿Qué alimentos elegir?
En todos los restaurantes existen posibilidades de elegir un menú adaptado a nuestras necesidades y apetencias. En cualquiera que sea tu elección, te aconsejamos:
- Tomar la cantidad justa de pan, 1 ó 2 rebanadas de dos dedos de grosor.
- Toma un buen vaso de agua mientras esperas al menú.
- También es recomendable esperar un tiempo (entre 15 y 20 minutos) al terminar de comer antes de conducir.
- Es importante beber agua o zumos para que el cuerpo esté hidratado y tener menos posibilidades de sufrir sueño o fatiga.
Ropa adecuada
- Debes llevar ropa cómoda cuando conduces.
- Una ropa muy ajustada no te dejará moverte bien.
- En invierno, debes quitarte el abrigo antes de empezar a conducir.
- El calzado tiene que ser cómodo y ligero para usar mejor los pedales.
- No es aconsejable conducir con zapatos de tacón, chanclas o zapatos con la suela muy gruesa.