

La Conducción Nocturna
Conducir por la noche es más peligroso que conducir de día. En la Conducción Nocturna la visión siempre es peor que la diurna, dando como resultado una conducción mucho más peligrosa.
Los motivos son:
■ La carretera está menos iluminada.
■ Se ven peor las distancias, las personas, los objetos y los vehículos.
■ Otros vehículos te pueden deslumbrar con sus luces.
- La conducción nocturna requiere una serie de precauciones específicas debiendo estar tanto los elementos transparentes del vehículo como los dispositivos de alumbrado y señalización óptica limpios y en perfecto estado para ver y poder ser vistos por los demás usuarios.
- En la conducción nocturna todo conductor está obligado a adecuar la velocidad de su vehículo a su campo de visión, respetando los límites de visión dentro del espacio iluminado y ante cualquier obstáculo que pudiera presentarse.
Debes poner especial atención al pasar de una zona que está bien iluminada a otra que está mal iluminada. A los ojos les cuesta unos segundos acostumbrarse al cambio de luz.
Al conducir de noche debes tener especial cuidado con:

Velocidad
Tienes que respetar los límites de velocidad y conducir más despacio si no ves bien la carretera. De esta manera será más sencillo parar el vehículo ante un peligro o imprevisto.
Deslumbramientos
Otro peligro de la conducción nocturna es la pérdida temporal de visión por la insensibilización de la retina debida a un exceso de luz.
- El deslumbramiento directo, debido a la visión del foco luminoso del que circula en sentido contrario.
- El deslumbramiento indirecto, debido a la visión de la imagen reflejada del foco luminoso, por ejemplo por el espejo retrovisor del vehículo que tenemos detrás.
Cuando un vehículo te deslumbra no puedes ver bien la carretera porque entra demasiada luz en tus ojos. En caso de deslumbramiento el conductor reducirá la velocidad lo necesario, incluso hasta la detención total dentro del mismo carril, tomando las precauciones de seguridad necesarias. No te muevas hacia otros carriles al reducir la velocidad o parar. Puedes guiarte por la línea del borde derecho.
No uses gafas oscuras o de sol por la noche. Puede que te deslumbren menos otros vehículos, pero verás mucho peor la carretera. Apaga las luces de largo alcance y enciende la luz de cruce cuando venga otro vehículo hacia ti desde cualquier dirección.

¿Qué puedes hacer para no deslumbrar a otros conductores?
■ Mantén bien reguladas las luces. Puede que la luz de cruce moleste porque no esté bien regulada.
■ Reparte bien el peso que llevas en el vehículo. La luz de cruce puede quedar muy alta y deslumbrar porque hay demasiado peso en la parte de atrás del vehículo.
Adelantamientos en la Conducción Nocturna
Cuando vayas a adelantar a otro vehículo de noche, debes apagar las luces de largo alcance y encender las de cruce. Las luces de largo alcance pueden deslumbrar al otro conductor a través de los espejos retrovisores.
Cuando ya estés adelantando, vuelve a encender las luces de largo alcance tan pronto como sea posible. Es decir, cuando ya no puedas deslumbrar al otro conductor.
Por su parte el conductor del vehículo adelantado debe mantener la luz de carretera, hasta que aprecie la posibilidad de producir deslumbramiento al que le adelanta.
el conductor del vehículo que adelanta debe encender la luz de carretera una vez sobrepasado el vehículo adelantado, de esta manera las luces de carretera de ambos vehículos iluminaran la vía durante el adelantamiento.
Alumbrado en Curvas por la Noche
Cuando dos vehículos que van en sentido contrario se cruzan de noche en una curva, el vehículo que circula por la parte de dentro de la curva es quien debe apagar las luces de largo alcance y encender las de cruce.
El motivo es que sus luces son las que alumbran de forma directa la carretera
y pueden deslumbrar al otro conductor.
El conductor que circula por la parte externa de la curva puede mantener las luces de largo alcance encendidas porque sus luces alumbran fuera de la carretera. No pueden deslumbrar a otros conductores. Solo debe cambiarlas por las de cruce si ve que en algún momento está deslumbrando a otro conductor.
La denominada hipnosis de la carretera
Es un fenómeno peligroso que ha sufrido la inmensa mayoría de conductores en algún momento de su vida mientras estaba al volante, aunque dicho por su nombre seguramente muchos no saben a qué se refiere. Se trata de un episodio en el que nuestra mente se desconecta de la actividad de conducción que estamos llevando a cabo y, pasados unos segundos, vuelve reaccionar a los estímulos externos sin poder recordar qué ha sucedido exactamente en ese tiempo. Al aparecer bajo esta hipnosis, no se presta la atención adecuada.
Situaciones donde aparece la hipnosis de la carretera
Normalmente, esto se da en trayectos nocturnos, con poco tránsito, monótonos, con un trazado muy rectilíneo y paisajes homogéneos.
Además, el cansancio o la rutina del recorrido son factores que incrementan el riesgo de sufrir este fenómeno tan peligroso para la seguridad vial. Y es que, al fin y al cabo, el conductor circula en una especie de estado de trance, en el que no presta la adecuada atención y es incapaz de reaccionar con rapidez a situaciones imprevistas.
Dependiendo del tiempo que esté abstraído y la velocidad a la que viaje serán más o menos los metros recorridos en esta situación de “hipnosis”, que se desencadena cuando el patrón de movimiento y estímulos durante la conducción es totalmente predecible.
Esto ralentiza la actividad cerebral, de modo que momentáneamente desconectamos la mente y ejecutamos las acciones de manera automatizada.
Este fenómeno de la hipnosis de la carretera también se llama “fiebre de la línea blanca”, debido a que es habitual que se produzca cuando se concentra la mirada en las líneas blancas de la ruta, sobre todo cuando se circula tranquilamente de noche. El concepto de hipnosis de la carretera no es nuevo. Ya se hablaba de él hace mucho más de medio siglo. De hecho, sirvió para dar una explicación a algunos accidentes de automóvil incomprensibles.
Qué tener en cuenta antes de salir a la ruta de noche
Circular en este estado de trance incrementa el riesgo de sufrir un percance en la ruta. Así que para evitarlo es recomendable:
- Ponerse al volante bien descansados
- Circular sin fijar la vista en un punto concreto
- Buscar estímulos externos para asegurarnos de que conducimos de manera consciente
- Hacer paradas si el trayecto es largo
- Hidratar nuestro cuerpo bien
- Tener el habitáculo a una temperatura agradable.