A la hora de subir una pendiente con el vehículo detenido los conductores noveles, y aquellas personas que solo han circulado por lugares donde no hay pendientes pronunciadas, es muy común que tengan problemas para retener el vehículo en el momento de inicar la marchar y se les ruede para atrás, o que se les llegue a calar repetidamente el vehículo. Es muy normal que nos pongamos nervios y nos entre pánico cuando veamos una cuesta, al pensar que no tenemos la habilidad suficiente para iniciar la marcha si nos toca detenernos en mitad de la rampa.

A continuación explicamos dos métodos que nos sacaran del apuro si los aprendemos bien…

Como subir pendientes con el vehículo detenido sin llegar a calarlo ni rodar para atrás

Método 1: Retención del vehículo a medio embrague para subir pendientes con el vehículo detenido.

Este es el primero método que debería ensañarte bien toda autoescuela que se precie.

1º Paso: Con el freno pisado, pisamos el pedal del embrague para meter la primera marcha, y seguidamente levantamos muy despacio el pedal del embrague, embragado muy lentamente esta marcha, hasta que alcanzamos el punto de fricción en el que el coche empiece a temblar, tenemos que sentir una especie de vibración y un ruido del motor característico, que nos confirme que hemos alcanzado este punto en el recorrido del embrague, debemos de notar como que el auto trata de avanzar.
¿Cuánto podemos soltar el embrague hasta alcanzar este punto de fricción sin que llegue a calarse el vehículo? Pues depende del modelo de vehículo y prestaciones del mismo. Es recomendable conocer el “punto de calado” de nuestro coche para reconocer cuando está a punto de calarse. Un diésel es más difícil de calar y tiene mayor par a bajas vueltas por lo que necesitas revolucionarlo menos para obtener la misma potencia. En la mayoría de los diésel se pueden subir rampas de garaje en 1ª con el motor a medio embrague, que no se te va a marchar para atrás.

2º Paso: Con el embrague mantenido en esta posición (medio embrague), soltamos suavemente el freno para ver si el vehículo tiene tendencia a subir o a caer. (Si hemos hecho correctamente el primero paso, el vehículo se mantendrá en la pendiente sin rodar para atrás y sin calarse). Si notamos que cae, volvemos a pisar el freno y volvemos a empezar el 1º paso, pero sabiendo que toca soltar el emgrague un poquito más. Si no hay manera, pasa al método 2.

3º Paso: Si hemos soltado el freno y nuestro vehículo mantiene su posición, hemos logrado nuestro objetivo, este es el punto del recorrido del embrague donde el punto de fricción del disco de embrague es capaz de sujetar el vehículo a medio embrague, es decir sin haber embragado la marcha por completo, entonces ya podemos soltar el freno del todo y acelerar suavemente para darle fuerza al coche. No es necesario acelerar en exceso porque ya tenemos la seguridad que el coche sube solo, pero conviene acelerar de forma progresivamente y a la vez soltamos despacio y por completo el pedal del embrague para embragar la marcha del todo.

Método 2: Retención del vehículo con freno de mano para subir pendientes con el vehículo detenido.

Este segundo método deberían enseñártelo bien en la autoescuela, pues nos va a sacar del apuro cuando la pendiente sea muy pero que muy pronunciado, nuestro vehículo este muy cargado, llevemos un vehículo gasolina con el disco del embrague muy desgastado, etc… para casos extremos.

1º Paso: Pisamos el freno, ponemos el freno de mano. Soltamos el freno poco a poco hasta que veamos que el freno de mano puede aguantar el peso del coche. Se producirá un cambio en el equilibrio hacia las ruedas traseras, no te preocupes es muy normal.
2º Paso: Si el freno de mano aguanta, pisamos el pedal del embrague para meter la primera marcha, levantamos muy despacio el pedal del embrague, embragado muy lentamente la marcha hasta que el coche tiemble, al igual que en el apartado anterior, es recomendable conocer el “punto de calado” de tu coche para reconocer cuando está a punto de calarse, en este método no será necesario apurar tanto, es decir no será necesario que alcancemos este punto de fricción del embrague, con que el recorrido del embrague se aproxime a este punto bastará ya que nuestro vehículo lo sujeta el freno de mano y no rodará para atrás.

3º Paso: Acelera suavemente, no hace falta revolucionar el coche. Cuando veamos que el morro sube y notemos que el coche “quiere” ir hacia adelante, soltamos el freno de mano y sin dejar de acelerar, veremos cómo sube la pendiente sin problemas. Aquí tenemos que tener cuidado que no se nos vaya el coche y le des al de delante.

Otros consejos

Busca una calle vacía para practicar ambos métodos es aconsejable practicar hasta automatizar los procesos y que puedas hacerlos con seguridad.
Ten en cuenta que, cuando estás parado en rampa y preveas que te vas a mover en breve, puedes adelantar algunos pasos, excepto soltar el freno para estar listo para salir en cuanto te toque.

Utiliza ambos métodos dependiendo de lo pronunciada que sea la rampa y especialmente de lo cargado que esté tú vehículo.

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