Consisten en un triángulo equilátero con bordes de color rojo fluorescente y catadióptricos rojos y fondo vacío. Sus dimensiones y características deben corresponder a las de un tipo homologado. Su finalidad es advertir a los demás conductores y usuarios de la vía que un vehículo ha quedado inmovilizado en la calzada o el arcén o que su cargamento se encuentra caído sobre una u otro.
¿Qué vehículos están obligados a llevarlos?
Están obligados a llevar dispositivos de preseñalización de peligro todos los vehículos de motor excepto las motocicletas y los vehículos de tres ruedas.
¿Cuántos Dispositivos de Preseñalización de Peligro debe llevar cada vehículo?
Un juego de dos triángulos.
¿Cómo deben utilizarse un Dispositivos de Preseñalización de Peligro?
Salvo que las condiciones de la circulación no permitan hacerlo, se utilizarán, tanto de día como de noche, cuando por motivo de accidente, avería o cualquier otra emergencia:
- haya quedado inmovilizado el vehículo en la vía o
- su carga haya caído total o parcialmente sobre la vía.
¿Dónde se colocarán los Dispositivos de Preseñalización de Peligro?
En el borde de la calzada con un vértice hacia arriba y apoyado en uno de sus lados, uno por delante y otro por detrás, excepto en vías de sentido único o de más de tres carriles en las que es suficiente colocar el de la parte posterior, a 50 metros de distancia (aproximadamente unos 70 pasos), como mínimo del vehículo o su carga y de forma tal que sean visibles desde 100 metros, al menos, por los demás conductores y usuarios que se aproximen.
La colocación de los Dispositivos de Preseñalización de Peligro no exime de:
Encender la señal de emergencia, encender las luces de posición entre el ocaso y la salida del sol o cuando las condiciones meteorológicas o ambientales adversas que disminuyan sensiblemente la visibilidad lo exijan
Inconvenientes de los Dispositivos de Preseñalización de Peligro
Los sistemas actuales de preseñalización de peligro no anteponen la seguridad de los ocupantes del vehículo. No son eficientes, ya que el usarlos requiere de varios minutos y además no pueden ser usados por personas con movilidad reducida.
Cuando sufrimos una avería o un accidente en carretera, la legislación nos obliga a indicar con estas señales que nuestro vehículo se encuentra detenido en un lugar peligroso, indicando al resto de conductores la incidencia con la que se van a encontrar más adelante. Sin embargo, eso puede acabar en los próximos años.
Hoy por hoy, el usuario tiene que abandonar el vehículo e ir a colocar el triángulo. Es precisamente en ese momento cuando las personas se convierten en vulnerables, por lo que consideramos que es más apropiado permanecer en el vehículo sustituyendo esa preseñalización por otra.
Sustitución de los antiguos Dispositivos de Preseñalización por los HelpFlash
La DGT ha anunciado que en un periodo de algo más de cinco años de adaptación, todos los vehículos nuevos que salgan al mercado a partir de esa fecha contarán con el dispositivo de serie, pero el resto de usuarios que cuenten con un coche anterior deberán de hacerse con uno HelpFlash.
Los Dispositivos de Preseñalización de Peligro Actuales
La inclusión de esta nueva señal luminosa que sustituya a los trángulos reflectantes deberá de ir acompañada de un cambio normativo, en el que se indique cuál será la nueva forma de actuar en caso de que nuestro coche quede detenido en plena circulación. La intención es seguir los pasos de países como Reino Unido, donde está completamente prohibido que los conductores pongan un pie en el asfalto en las vías de alta velocidad.
El modo de funcionamiento de HelpFlash es sencillo
El modo de funcionamiento de HelpFlash es sencillo. En el caso de una parada por avería o accidente del vehículo, basta con colocarlo sobre el techo del vehículo. El artilugio entra en funcionamiento en cuanto entra en contacto con la chapa gracias a su sistema de activación magnética, de un modo similar al de las sirenas portátiles de las que disponen los vehículos policiales camuflados. Las primeras unidades cuentan con una autonomía de dos horas y media, tiempo suficiente para la presencia de los medios de emergencia necesarios.
“Es un dispositivo de preseñalización de peligro de especial interés para colectivos vulnerables al volante como las personas mayores, embarazadas o personas con movilidad reducida, así como para los motoristas, que no disponen de sistema alguno de señalización”.
La Dirección General de Tráfico avaló el invento pontevedrés en el Boletín Oficial del Estado del pasado 31 de julio. A partir del día siguiente, como se ha dicho, HelpFlash quedó oficialmente homologado.
El nuevo texto legal señala que “la parada de un vehículo en la vía por causa de avería o accidente supone un grave riesgo para la circulación. El accidente por alcance en la vía de vehículos que se encuentran en estas condiciones es muy común y con un resultado en muchos casos de graves lesiones o de fallecimiento de los ocupantes del vehículo. A efectos de evitar estas consecuencias, actualmente el anexo XI del Reglamento General de Vehículos contempla el empleo de la señal V-16, de dispositivo de preseñalización de peligro, (los conocidos triángulos). Sin embargo, y pese a la efectividad de su función, su colocación implica un riesgo añadido en determinadas vías con tráfico elevado”.
Por ello, el BOE añade que “para ofrecer una mayor protección al conductor y al resto de los ocupantes del vehículo que esté parado en la vía por avería o accidente mientras esperan la llegada del servicio de auxilio en carretera, se permite la colocación en el exterior del vehículo de un dispositivo luminoso de color amarillo auto, de alimentación autónoma, alta visibilidad y que quede estable sobre una superficie plana. Se trata de admitir la utilización de un dispositivo de fácil manejo que solucione el problema de la falta de visibilidad real y efectiva del vehículo”.
Este nuevo dispositivo luminoso se incluye en el anexo XI del Reglamento General de Vehículos, dentro de la señal V-16, dispositivo de preseñalización de peligro, como un elemento opcional, junto al ya existente triángulo de peligro, que sigue siendo obligatorio. Es el paso previo a su implantación definitiva que, como se ha dicho, será una realidad en próximas fechas como sustituto de los famosos triángulos.