Como conducir con viento fuerte y racheado

El viento es uno de los elementos atmosféricos que más complican la conducción. Un peligro invisible que suele aparecer con fuerza y desestabilizar el coche. Al viento racheado se le atribuye el 6% de los accidentes con mal tiempo. Es una de las situaciones más peligrosas que se pueden dar en las carreteras por lo impredecible que puede llegar a ser. El viento puede aparecer en cualquier momento y sorprender al conductor, por eso conviene estar preparado, extremar la precaución y conocer bien las claves para conducir con vientos fuertes.
viento racheado

Al conducir con viento y bueno conocer su dirección

Observar la vegetación, las mangas de viento de las autovías o los materiales arrastrados que hay en la carretera, ayuda a conocer cuál es la dirección del viento y su intensidad. Un factor importante para que el conductor pueda reaccionar con más tiempo y acierto.

Al conducir con viento se debe sujetar el volante con firmeza y evitar movimientos bruscos

Las rachas de viento se notan sobre todo en la dirección, con ligeros cambios de dirección que hay que corregir con el volante para mantener la trayectoria dentro del carril. Hay que sujetar el volante con ambas manos para mantener la trayectoria deseada, especialmente al realizar adelantamientos. Además, es aconsejable mantener una suave presión contra la dirección del viento y no hacer movimientos bruscos para evitar bandazos.

Al conducir con viento debemos reducir la velocidad

Cuando el viento sopla con fuerza, o tan pronto como notemos los primeros bandazos en el vehículo debidos a las ráfagas, aminorar la velocidad es el mejor antídoto ante los problemas que produce el viento. Se aconsejan aminorar la velocidad, pero mantener la suficiente potencia. Reduciremos a una marcha inferior para tener mayor capacidad de respuesta del motor. De esta manera se consigue mantener la trayectoria del coche y el agarre al asfalto.

Al conducir con viento debemos aumentar la distancia de seguridad

Es aconsejable aumentar la distancia de seguridad con respecto al resto de vehículos, tanto la distancia frontal como la lateral. De esta manera el tiempo de reacción del conductor ante cualquier percance que se pueda dar es mayor.

Al conducir con viento tendremos cuidado con los adelantamientos y los túneles

Hay que extremar la precaución al pasar por puentes, zonas descubiertas, a la salida de túneles y al adelantar los vehículos pesados. El viento puede sorprender al conductor y desviar la trayectoria del coche. Otra de las situaciones críticas se puede producir cuando adelantamos a un camión. En este caso debemos prever la posible existencia de ráfagas de viento lateral que alteren la trayectoria de nuestro vehículo, sobre todo si circulamos a velocidades elevadas. El camión puede hacer de «parapeto» mientras circulamos en paralelo durante la maniobra de adelantamiento. Lo más normal es que, si es un día ventoso, tan pronto como rebasemos a un vehículo más grande que el nuestro, notemos el «golpe» del viento lateral. Ante esa situación hay que sujetar el volante firmemente en previsión de que el viento pueda hacer variar nuestra trayectoria.